ABEJAS Y FLORES SE COMUNICAN MEDIANTE UN CAMPO ELECTRICO
Científicos de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol (Inglaterra) hicieron público en 2013 un descubrimiento importante: las abejas, transportan una carga eléctrica positiva que utilizan para sentir los campos eléctricos negativos que rodean a las flores. Según al profesor Daniel Robert: “La co-evolución entre las flores y las abejas posee una historia larga y beneficiosa para ambas, de modo que no sorprende que hoy todavía estemos descubriendo la sofisticación de la comunicación entre ellas.”
Abejas “electrificadas” buscan flores para un intercambio mutuo de carga
Debido a que las plantas están sujetas al suelo, adquieren
una carga negativa. Las abejas por otra
parte, baten sus alas unas 400 veces por segundo, produciendo una carga positiva
en sus cuerpos. Esto ocurre debido a que la fricción con las moléculas del aire
reduce la carga negativa, de la misma manera que el roce con una prenda de
nailon reduce en nuestro cuerpo la carga negativa produciendo una chispa
eléctrica cuando tocamos algo conectado a tierra. No se producen chispas
eléctricas entre las abejas y las flores, pero los investigadores piensan que
unos pequeños y finos pelos del cuerpo de la abeja se erizan al aproximarse al
campo eléctrico de una flor.
De alguna manera, la fuerza electrostática entre una abeja y
una flor mejora la memoria de la abeja. Es capaz de distinguir mejor en el
tiempo aquéllas flores que le proporcionan una mejor recompensa. Cuando los
campos eléctricos bajan de intensidad en las flores, las abejas son incapaces de determinar qué flores deben
visitar.
Las abejas utilizan
muchos sentidos para detectar flores maduras con polen y néctar. Son sensibles
a la luz ultravioleta, que es reflejada con fuerza por la flor cuando está
lista para la polinización. También pueden sentir la fragancia de una flor. Sin
embargo, todas estas señales son preliminares. ¿Qué es lo que le dice a una
abeja que una flor en particular seguirá proporcionando néctar? ¿Cómo sabe si
otras abejas han agotado ya la fuente de néctar?
Daniel Robert y su equipo han descubierto que cuando una abeja se posa sobre una flor, se produce un
intercambio de carga eléctrica. El campo eléctrico de una flor se reduce una
pequeña cantidad con cada contacto. Cuantas más abejas han aterrizado en la
flor, más débil es su campo eléctrico, de ese modo saben cuántas abejas han
visitado la flor. Un campo eléctrico reducido significa que el premio no será
tan suculento y así la abeja no gastará energía tratando de alimentarse en esas
flores con menos néctar.
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